Dicho y hecho.

Esta semana no tenia intenciones de salir mas a pescar, pero mi hermano me llamo anoche para dar una vuelta en la bici, y a eso no se puede negar uno.
Hoy no hemos madrugado tanto como en otras ocasiones, ya sabíamos donde íbamos y lo que haríamos. Tomando café tomamos la decisión de salir desde playa, es la manera mas rápida de llegar a la marca que visitaríamos hoy, con la desventaja de que si el mar se picaba un poco, la salida seria complicada.
Ya en el agua ponemos rumbo a la marca, otra de las pegas de este lugar es que a pesar de acortar desde la playa, hay un buen trecho asta coger la profundidad en la que nos gusta movernos y en ese desplazamiento rara vez cogemos algo.
Nos desplazamos tranquilos asta que llegamos a 24m de profundidad, hay suele ser donde damos el pistoletazo de salida y a darle al remo como si no hubiese un mañana, y el primero no se a hecho de esperar nada, una preciosa bacoreta de mano de mi hermano que a dado una batalla demencial.

Tras esta continuamos avanzando y no tarda nada en volver a clavar otra, de esta no tenemos foto,yo estaba un pelin lejos y no ha podido abrir el tambucho para sacar el móvil, se fue por donde vino sin posar.
Habíamos llegado asta la altura marcada y tocaba dar otra pasada en dirección contraria con la ventaja de que la corriente iba a favor y nos dejaba ponernos a 4 nudos sostenidos.
En esta ocasión me toca a mi.

 Tras este decidimos descansar un rato haciendo jigin, tampoco han tardado en picar, poco a poco hemos ido subiendo unos cuantos jureles y serviolas que nos han hecho disfrutar muchisimo con paradas del jig en seco y carrerones muy guapos.

 Mi hermano estaba separado de mi, y no se pudieron fotografiar sus capturas que han sido bastantes- (la próxima apretara menos el tambucho jejejeje)

Hoy también salíamos con la orden dada de que teníamos que llevar morralla para una fideaua, así que rumbo a unas piedras a por unas baquitas que hacen un caldo extraordinario.
Como cebo un puñadito de gambas peladas que tenia en el congelador.

Ya llevamos suficientes para la comida, mi hermano me dice que oye pajaros, y al volverme a unos 500m una pajarera , había que poner rumbo a ella a ver si no se de sacia antes de que llegáramos,pero no hemos tenido suerte, ya estábamos bordeándola por los lados cuando de repente se ha desecho y tras esperar un rato no volvía a aparecer y la sonda no marcaba nada.
Ya se hacia tarde y había que poner rumbo al coche, seria en ese trayecto cuando mi hermano ponía en seco un par de caballas bastante grandes a curri, y que serian un final perfecto a una jornada en la que hemos disfrutado muchisimo.

Un abrazo y buena pesca.